Marita no sabe dibujar
Monique Zepeda
Fondo de Cultura Económica
Marita tiene un tío pintor y quisiera ser como él. Pero ella no sabe dibujar: piensa una flor y le sale un garabato. Un día su tío pintor se va, y Marita pierde las palabras. Pero con ayuda de su abuela, que le regala una caja de botones; su hermano, que le da unas cuantas estrellas; su mamá, un montón de listones; su papá, unas acuarelas, y un amigo, que le regala unas cuantas verdades, Marita descubre algo tan bueno como dibujar.
Dos historias paralelas en este hermoso libro para el cual no hace falta saber dibujar.