El día que los crayones regresaron a casa.
Oliver Jeffers
Los crayones que Duncan ha perdido, olvidado en algún lugar durante las vacaciones, abandonado en el patio al calor del sol, tirado en el piso al alcance de su perro o que ha dejado en su bolsillo y han llegado a la lavadora, le escriben cartas para exigirle que los rescate de los apuros en los que se encuentran. Duncan se pone triste por haberlos abandonado y de inmediato pone manos a la obra para recuperarlos a todos y compensar el tiempo perdido.